El paciente es un joven de 22 años sin antecedentes de viaje y que se halla aislado en su domicilio hasta que responda al tratamiento para curar, fundamentalmente, las habituales lesiones cutáneas.
El primer caso autóctono del país es bonaerense
El primer caso autóctono de viruela símica del país se confirmó en el municipio de San Isidro, en el norte del Conurbano bonaerense. El paciente es un joven de 22 años sin antecedentes de viaje y que se halla aislado en su domicilio.
El hombre llegó al hospital presentando síntomas compatibles con la viruela del mono, lo que llevó a la recolección inmediata de muestras enviadas al Instituto Malbrán. Los resultados, obtenidos en 24 horas, confirmaron la presencia del virus.
El joven, sin antecedentes de haber viajado al exterior, quedó aislado en su domicilio hasta que responda al tratamiento para curar, fundamentalmente, las habituales lesiones cutáneas.
En consecuencia, se trata del primer caso autóctono de la viruela símica desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la emergencia a nivel internacional.
A principios de esta semana, el Ministerio de Salud bonaerense había confirmado dos casos en el territorio. Los contagios corresponden a una persona de La Matanza, con antecedente de viaje y que comenzó con síntomas en junio, y a un residente de Berazategui que comenzó con síntomas en julio y tuvo contacto con un viajero. Ambas personas se hallaban en buen estado de salud, se informó.
¿Qué es la viruela del mono?
La viruela del mono es una zoonosis viral selvática causada por un virus que pertenece al género Orthopoxvirus y se encuentra habitualmente en las zonas central y occidental de África.
La enfermedad puede transmitirse por exposición a gotitas exhaladas (respiratoria) y por contacto de lesiones cutáneas infectadas (inclusive relaciones sexuales) o materiales contaminados.
El periodo de incubación puede oscilar entre 5 a 21 días, mientras que los síntomas más comunes son la fiebre, el dolor de cabeza, dolores musculares, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento, acompañados por erupciones.